lunes, 16 de noviembre de 2015

Atascón con las gordas de la Valle Gómez

Llevábamos meses soñándolas. El recuerdo de su sabor permanecía instalado en nuestra memoria como una obsesión constante, hasta esa noche…
La calle Vanadio estaba tenuemente iluminada, el chisporroteo del aceite era el único sonido que rompía el silencio. La emoción hacía que mi corazón casi se saliera del pecho, Bea suspiraba y las miraba fijamente con avidez.
Mi impaciencia fue tanta que no noté a la fila de personas que esperaban su turno para ordenar e intempestivamente exclamé lo que quería, hasta que una voz me regresó a la realidad diciéndome: “¡A la cola!”
Como es su costumbre, Bea, no podía decidirse, miraba los pambazos, luego las gorditas, preguntándose con desesperación “¿Qué quiero?”. Cuando por fin llegó nuestro turno, la tomé de los hombros y mirándola a los ojos le dije: “Recuerda por qué estamos aquí”. Ella, resignada, pidió dos gordas de chicharrón: una verde y una roja.
Yo siempre supe lo que quería: una gorda de frijol y una de chicharrón, sin salsa y con quesillo, pero una vez más le pusieron un freno a mi precocidad y me dijeron que esperara, que el quesillo iba hasta el último.
Una vez que las tuvimos en las manos, no pudimos esperar más, las ganas nos obligaron a devorarlas en el carro, a la luz de los faroles.
La primera mordida fue gloriosa. Esa combinación de queso, crema, lo delgado y crujiente de la masa me transportaron a un universo paralelo en donde sólo nos encontrábamos mi gorda y yo. Hice una pausa para ver a mi compañera de viaje y su cara de éxtasis era indescriptible. Sonreímos al reconocernos cómplices de ese momento de voluptuosidad. Lo que en un primer momento pensé que eran lágrimas de felicidad resultaron ser los efectos del chile. De sus labios brotó una frase que para mí, (que no como chile en ninguna de sus presentaciones) fue difícil de creer: “Me encanta este ardor”.
Sin embargo, dos gordas para cada una, fue demasiado. Los últimos bocados, aunque indudablemente placenteros, se resistían a entrar y aquello terminó en un atascón épico que tuvo funestas consecuencias al día siguiente.

A primera vista: 

Estoy enamorada

¿Cómo estuvo?: 

Orgásmico


Ubicación: 

Calle Vanadio 172 justo atrás del metro Valle Gómez. De 9pm en adelante.

Una foto publicada por Garnacha Porn (@garnacha_p_o_r_n) el

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